Daniel Domínguez durante un tratamiento de EPI
Desde nuestros inicios, uno de nuestros servicios fue la EPI ecoguiada, una técnica de fisioterapia invasiva que revolucionó nuestra profesión. El español José Manuel Sánchez es el creador de esta técnica y que ya se utiliza en todo el mundo. La EPI sin duda es uno de nuestros tratamientos mas demandados por nuestros usuarios, por el altísimo porcentaje de eficacia que tiene su aplicación en las lesiones de tejido blando.
¿Cómo funciona realmente la EPI?
Las siglas EPI significan «Electrólisis percutánea intratisular» y no es mas que la aplicación de una corriente galvánica a través de una aguja de punción seca o acupuntura en el tejido dañado. La punción la hacemos de forma ecoguiada para poder ser lo mas específicos posibles. Esta corriente provoca una inflamación local controlada que favorecerá la reparación del tejido además de producir un efecto analgésico en el paciente.
¿Es una técnica dolorosa?
Realmente es mas la fama que la realidad. Es cierto que las descargas de corriente son intensas, pero su corta duración las hace ser pero totalmente soportables por los pacientes. Como en toda técnica, hay zonas de nuestro cuerpo mas sensibles que otras, así no será lo mismo pinchar la plata del pie que un vientre muscular por ejemplo. Las intensidades también pueden variar según la lesión y/o el paciente.
Punción ecoguiada durante tratamiento de EPI
¿Y por qué tanta fama esta técnica?
Sin lugar a dudas, su efectividad. Hasta nosotros mismos, muchas veces nos vemos sorprendidos por la eficacia de la EPI,, y no solo a nivel de la evolución del tejido tratado, que lo comprobamos con las ecografías de valoración entre sesión y sesión, sino también a nivel de las sensaciones que nos transmiten los pacientes, y el cambio que les supone la aplicación de EPI en su día a día por su efecto analgésico.
Es importante recalcar que la aplicación de la técnica tiene que ir acompañada por un protocolo de tratamiento adaptado a cada paciente, basado en un programa de ejercicios excéntricos en el caso de tendón y músculo, o un programa de movilidad y cargas progresivas en el caso de las articulaciones cuando pinchamos un ligamento. Además, como en cualquiera de nuestros tratamientos, informamos al paciente la importancia del estilo de vida en la evolución de la lesión, como lo son la alimentación, la hidratación, el descanso o la gestión del estrés.
Control ecográfico en tendinopatía aquílea, Iván Batista.
¿En qué tipo de lesiones es aplicable la EPI?
Como hemos dicho anteriormente, en la mayoría de casos donde aplicamos EPI son en tendinopatías, bursitis, ligamentos y lesiones musculares, también muy habitual aplicarla en fascitis plantares, periostitis tibiales, la pata de ganso o en la cintilla iliotibial.
La evolución de una tendinopatía o una lesión muscular con la aplicación de EPI junto al programa de excéntricos, es ciertamente sorprendente. La cascada inflamatoria controlada que provoca la aplicación de la corriente galvánica, resulta ser muy eficaz siempre y cuando vaya acompañada de la información adecuada, porque indicar los tiempos en la progresión a la vuelta a la actividad es fundamental para evitar posibles recaídas.
Las descargas de corriente son sensibles, pero muy soportables.
¿Cuántas sesiones de EPI necesito para recuperarme de mi lesión?
No existe un número de sesiones estipulado para cada tipo de tejido, dependerá sobre todo del tiempo transcurrido desde el momento de la lesión hasta que llegan a nosotros. No es lo mismo enfrentarnos a una lesión aguda como puede ser una rotura muscular o una tendinopatía reciente, que un dolor de larga duración como pudiera ser una fascitis plantar o una fibrosis.
En el primero de los casos, puede bastar con una o dos sesiones, y en el segundo de los casos, normalmente no basta una sesión y los cambios empiezan a aparecer entre la 2ª y 3ª sesión de EPI, y la mayoría de veces no se alargan más allá de 5 sesiones.
Otro factor importante que determina el número de sesiones es la capacidad de regeneración de cada paciente, porque aquí entran en juego factores como el estilo de vida, alimentación, hidratación o el descanso, factores que determinan la salud en general y en este caso, que un proceso inflamatorio se alargue mas o menos en el tiempo.
Sin duda, la EPI es una herramienta de gran potencial en la resolución de lesiones, y como en todos los casos, será el fisioterapeuta quien decidirá si la lesión ante la que se encuentra, es susceptible a ser tratada con la esta técnica o no, porque muchas veces en consulta nos encontramos con dolores musculares y articulares, sin lesión aparente en el tejido y que no son mas que dolores referidos que serán abordados con otras técnicas.