La fisioterapia sigue siendo una herramienta de uso diario en consulta, una profesión en constante evolución y aunque a día de hoy la mayoría de fisioterapeutas también acudimos a otro tipo de herramientas, seguimos compartiendo los mismos conceptos básicos de la palabra “fisioterapia”, que se define como la terapia mediante agentes físicos, principalmente nuestras manos, ayudados de diferente aparatos de electroterapia que puedan complementar nuestros tratamientos.
El objetivo de la fisioterapia es claro y conciso, tratar de solucionar y prevenir la sintomatología que aparece en nuestros pacientes. Y aunque en sus comienzos, la fisioterapia se centrara mucho más en el síntoma de forma específica, cada vez más tenemos una visión global del cuerpo que nos permite ofrecerle a los pacientes más herramientas que le lleven a su recuperación.
En este concepto de globalidad, tratamos al paciente desde una visión bio-psico-social, puesto que factores como la situación personal y emocional, el estilo de vida, la alimentación, el descanso o la práctica deportiva, marcan nuestra salud en general, y en muchos casos determina una recuperación adecuada o no del síntoma del paciente.
Aunque la fisioterapia se vinculaba mayoritariamente a la recuperación de patología músculo esquelética, la realidad es que el campo de acción es muy amplio, con especializaciones en pediatría, neurología, geriatría, obstetricia, uroginecología, fisioterapia deportiva, respiratoria, cardiovascular, oncológica incluso Fisioterapia estética entre otros muchos campos.
Así con todo esto, la fisioterapia sigue en evolución, con un desarrollo constante de técnicas manuales, ortopédicas y tecnológicas, que nos llevan a ser cada vez más eficientes en cada caso clínico.
Para nosotros la fisioterapia lo es todo, es el pilar básico en Fisiosan y la profesión que nos motiva cada mañana a levantarnos para aportar nuestro granito de arena en la salud de los demás.
