Muy a menudo se relaciona al fisioterapeuta como el profesional capaz de solucionar algún problema de columna, lesiones musculares,contracturas, esguinces entre otras; pero afortunadamente también se van conociendo otros campos de trabajo dentro de la fisioterapia, como la fisioterapia respiratoria, pediátrica, pre y post-parto, trabajo de ATM, tratamientos de cefaleas o vértigos, y entre ellas, la terapia visceral.
La vida es movimiento,y el cuerpo humano no podría tener vida sin movimiento. Pues bien, nuestros ÓRGANOS también tienen un movimiento primario propio que se conoce como «motilidad visceral» y un movimiento secundario indirecto que se produce durante la respiración y durante los movimientos normales de nuestro cuerpo.
En un estado de salud óptimo, las vísceras deben tener cierto movimiento armonioso entre ellas, pero cuando un órgano no puede moverse con normalidad empiezan a crearse líneas de tensión en membranas, fascias, músculos y estructuras óseas del cuerpo que rodean a esa víscera,es lo que llamamos «disfunción visceral».
La MANIPULACIÓN VISCERAL es un trabajo que se centra en estimular la movilidad de las vísceras,fascias y tejido conectivo en general que se encuentran a su alrededor mediante la aplicación de técnicas manuales suaves, para así recuperar ese movimiento armonioso. Estas manipulaciones tendrán un efecto global en el cuerpo, puesto que es muy habitual que si existe una disfunción visceral, exista una zona de dolor referido en la columna y una cadena lesional asociada que puede estar provocando cualquier sintomatología en el paciente.
Por esta razón, siempre debemos tratar de forma global cualquier tipo de dolor y siempre tener en cuenta que en un 90% de los casos que acuden a la consulta de un fisioterapeuta no tienen una causa mecánica ni traumática, y normalmente donde aparece el síntoma, no está la lesión. Aquí nuestro principal trabajo es indagar en el cuerpo para encontrar la causa primaria de ese dolor. Y es aquí donde no podemos olvidar nuestras vísceras, puesto que el cuerpo humano no solo son músculos, huesos, ligamentos y tendones, sino que hay una red de tejido conectivo interconectado entre sí, y no hay ninguna estructura que pueda tratarse de forma aislada.
Así encontramos infinidad de ejemplos donde la causa está lejos del síntoma que nos cuenta el paciente, como un dolor de hombro izquierdo que puede tener su origen en el estómago, un esguince de tobillo que se repite en el tiempo puede ser por un problema en uno de los ovarios o un dolor de rodilla que puede aparecer por una disfunción de la vejiga.
Pero…¿por qué puede alterarse una víscera? Hay muchas razones por las que una víscera puede entrar en disfunción, a nivel metabólico, malos hábitos de alimentación,una cirugía abdominal de cualquier tipo, incluso cualquier estado emocional o trauma no liberado que pueda almacenarse en determinado órgano, tal y como describe nuestro profesor y principal mentor de la terapia visceral Jean Pierre Barral en su libro “Comprender los mensajes de nuestro cuerpo”, lectura obligatoria para profundizar en todo esto de lo que les hablamos.
